Si escuchan a alguien gritar en la playa este “palabro” altisonante es probable que piensen que se ha escapado de algún país exótico, pero si al seguir la dirección de su dedo contemplan un cuerpo gelatinoso, de color morado, con tentáculos saliendo de su cabeza acampanada, sabrán que está advirtiendo de la presencia de medusas.

Durante estos días asistimos a una plaga estival de esta variedad de medusa, abundante en el mediterráneo, y que de forma periódica viene a visitarnos desde su morada habitual en las aguas maradentro ó piélago.

¿Qué son las medusas?
Las medusas son unos animales gelatinosos que pueblan los mares, y aunque se han clasificado clásicamente dentro del fila Celentereos, se consideran actualmente como Cnidaria. Realmente no necesitamos ser biólogos para reconocerlas, ya que su nombre corresponde más a un concepto morfólogico, es decir, un cuerpo en forma de paraguas con tentáculos, que a una especie determinada. Eso facilita tanto las cosas, que hasta un niño puede reconocerlas.

¿Por qué se producen estas plagas?
Aunque el científico ha de ser por naturaleza humilde, pues existen muchos factores que no conocemos y otros en que podemos equivocarnos (como esas partículas “fitipaldi” que adelantan fotones), algo sabemos al respecto.
La medusa es un habitante natural de las aguas frías lejanas a la costa, pero acuden a la llamada de algo a lo que ningún animal se resiste: la comida.
En su alimentación es fundamental la presencia de nitrógeno y fósforo. Estos elementos orgánicos se encuentran en abundancia cerca de la costa, por el vertido de aguas negras procedentes de los vertidos de las depuradoras y restos de fertilizantes utilizados en las cosechas. En esta época del año, se suma que las aguas costeras son más cálidas, lo que provoca una aceleración de su ciclo vital, y ya tenemos el cóctel perfecto. Es posible que la disminución en el número de depredadores (como el atún o la tortuga boba) también influyan en su desarrollo. Otros factores más mediáticos, como el cambio climático, tienen una menor base científica.

¿Cómo producen su efecto pernicioso?
El otro día una señora miraba estupefacta a mis hijos recolectando medusas en la playa cogiéndolas con los dedos. Y es que la parte urticante de las medusas se encuentra en los tentáculos. Es en esa parte donde unas células especializadas contienen unos filamentos tóxicos que se eyectan al contacto con la presa, incluso después de muerta la medusa.

El efecto habitual es una reacción cutánea flagelada (como un latigazo) con una intensa sensación de ardor y la formación de una lesión inflamatoria que puede dejar cicatrices. En ocasiones el cuadro se puede complicar con una reacción anafiláctica, aunque esto es muy infrecuente.

Es importante saber que algunos factores como el sol, el calor o la fricción pueden estimular un fenómeno de recuerdo, reactivando las lesiones hasta semanas después de la picadura.

Qué hacer (decálogo)

  1. Salir del agua inmediatamente. Aunque el shock anafiláctico es excepcional, si nos encontramos fuera del agua contamos con muchas más posibilidades de superarlo.
  2. Si quedan restos de tentáculos retirarlos cuidadosamente (con un instrumento o guantes).
  3. Enjuagar inmediatamente con agua salada de forma abundante.
  4. Si hay un chiringuito cerca, pedir vinagre de vino y rociar la zona afectada.
  5. Aplicar frío con hielo, pero siempre envuelto en un trozo de plástico para que el agua dulce no contacte con la piel.
  6. Administrar un analgésico si el dolor es intenso, aunque reaplicar frío controla el dolor más eficazmente.
  7. Si aparecen síntomas generales (dificultad respiratoria, mareos) acudir rápidamente aun centro de urgencias. (Aunque existen tratamientos individualizados para cada especie, no es fácil que se identifique y se pueda preparar la solución adecuada).
  8. Una vez que la zona esté limpia aplicar una pomada que contenga antibiótico y corticoide durante unos días para que baje la inflamación. (Aunque existen tratamientos individualizados para cada especie, no es fácil que se identifique y se pueda preparar la solución adecuada).
  9. Si se ha producido una escara o lesiones con ampollas, acudir a un dermatólogo para que se realicen curas adecuadas.
  10. Cuando el proceso agudo ha pasado aplicar fotoprotección máxima durante el resto del verano para evitar hiperpigmentaciones o fenómenos de recuerdo.

Qué no hacer

  1. Nunca frotar la zona con una toalla u otro objeto.
  2. Nunca enjuagar con agua dulce.
  3. Nunca orinar sobre la picadura o aplicar bebidas alcohólicas.

¿Sabías que…?

La avispa de mar o medusa de caja (Chironex fleckeri) es capaz de matar una persona mediante su contacto y se la considera el animal más venenoso del planeta. Habita fundamentalmente las aguas australianas.